miércoles, 29 de septiembre de 2010

Seda

El sábado pasado pude disfrutar de la versión cinematográfica de este best-sellers de Alessandro Baricco, ya que Antena 3 la emitió en su programación de noche. Sinceramente me decepcionó enormemente, pues yo esperaba otra cosa. Como suele pasar casi siempre con las adaptaciones al cine de obras literarias, no llegan a cumplir con las espectativas que se crean.
Para aquellos que no habéis leido el libro, no dudeis en hacerlo en cuanto podáis. Yo llegué a él a través de la recomendación de una muy buena amiga, que lo había leido y lo recomendaba a todo el mundo como una gran lectura.
Cuando lo compré pude ver por el aspecto exterior que iba a ser una lectura muy breve, pues tiene solamente 128 páginas y su precio no llega a los diez euros. Pensé que con lo cortito que era el libro, seguramente no tedría mucha chicha, y ese fue mi error.
Seda es un libro o cuento apasionante, al mismo tiempor que simple, con una narración bastante fluida, que para mí a veces peca de excesivas repeticiones, tiene momentos verdaderamente mágicos y llenos de ternura. Es una historia de amor en toda regla, con un final muy especial
Con una sutiliza y una exquisitez que embriaga, te atrapan algunas frases de tal forma, que se quedan en tu mente y te hacen reflexionar. Os pondré un ejemplo de una de las frases que a mi juicio resumen mejor el libro :

"Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca."

Para mí, éste es uno de los libros que debemos leer todos, por su sencillez y su manera de mostrar los sentimientos humanos más hermosos, aunque a veces aparezcan envueltos en una tristeza que nos inunde.

Sólo una cosa más, si no habeís leido el libro os recomiendo que primero lo leáis y despues acabeis de leer esta entrada.
A continuación os dejo la parte para mí más bella del libro para que la disfruteis, es una carta de amor muy especial:

"Amado señor mío, no tengas miedo, no te muevas, permanece en silencio, nadie nos verá.
Sigue así, quiero mirarte, yo te he mirado mucho, pero no eras para mí, ahora eres para mí, no te acerques, te lo ruego, quédate donde estás, tenemos una noche para nosotros, y yo quiero mirarte, nunca te he visto así, tu cuerpo para mí, tu piel, cierra los ojos, y acaríciate, te lo ruego, no abras los ojos si te es posible, y acaríciate, son tan hermosas tus manos, he soñado con ellas tantas veces, ahora las quiero ver, me gusta verlas sobre tu piel, así, te lo ruego, continúa, no abras los ojos, yo estoy aquí, nadie nos puede ver y yo estoy cerca de ti, acaríciate, amado señor mío, acaricia tu sexo, te lo ruego, despacio, es hermosa tu mano en tu sexo, no te detengas, a mí me gusta mirarla y mirarte, amado señor mío, no abras los ojos, todavía no, no debes tener miedo, estoy cerca de ti, ¿me sientes?, estoy aquí, te puedo rozar, esto es seda, ¿la sientes?, es la seda de mi vestido, no abras los ojos y tendrás mi piel, tendrás mis labios, cuando te toque por primera vez será con mis labios, tú no sabrás dónde, de repente sentirás el calor de mis labios sobre ti, no puedes saber dónde si no abres los ojos, no los abras, sentirás mi boca donde no sabes, de repente, tal vez sea en tus ojos, apoyaré mi boca sobre los párpados y las pestañas, sentirás entrar el calor en tu cabeza, y mis labios en tus ojos, dentro, o tal vez sea en tu sexo, apoyaré mis labios, allá abajo, y los abriré bajando poco a poco, dejaré que tu sexo entreabra mi boca, entrando entre mis labios, y empujando mi lengua, mi saliva descenderá por tu piel hasta tu mano, mi beso y tu mano, uno dentro de la otra, sobre tu sexo, hasta que al final te bese en el corazón, porque te deseo, morderé la piel que late sobre tu corazón, porque te deseo, y con el corazón entre mis labios tú serás mío de verdad, con mi boca en el corazón tú serás mío para siempre, si no me crees abre los ojos, amado señor mío, y mírame, soy yo, quién podrá borrar este instante que sucede, y este cuerpo mío ya sin seda, tus manos que lo tocan, tus ojos que lo miran, tus dedos en mi sexo, tu lengua sobre mis labios, tú que te deslizas debajo de mí, aferras mis caderas, me levantas, dejas que me deslice sobre tu sexo, despacio, quién podrá borrar esto, tú dentro de mí moviéndote lentamente, tus manos en mi rostro, tus dedos en mi boca, el placer en tus ojos, tu voz, te mueves lentamente pero hasta hacerme daño, mi placer, mi voz, mi cuerpo sobre el tuyo, tu espalda que me alza, tus brazos que no dejan que me marche, los golpes dentro de mí, es violencia dulce, veo tus ojos que buscan en los míos, quieren saber hasta dónde hacerme daño, hasta donde quieras, amado señor mío, no hay final, no acabará, ¿lo ves?, nadie podrá borrar este instante que sucede, para siempre echarás la cabeza hacia atrás, gritando, para siempre cerraré los ojos separando las lágrimas de mis pestañas, mi voz dentro de la tuya, tu violencia que me tiene aferrada, no queda ya tiempo para huir ni fuerza para resistirse, tenía que ser este instante, y este instante es, créeme, amado señor mío, este instante existirá, de ahora en adelante, existirá, hasta el final. No nos veremos más, señor. Lo que era para nosotros, lo hemos hecho, y vos lo sabéis. Creedme: lo hemos hecho para siempre. Preservad vuestra vida resguardada de mí. Y no dudéis un instante, si fuese útil para vuestra felicidad, en olvidar a esta mujer que ahora os dice, sin añoranza, adiós."


PD: Entrada dedicada a la compi que me recomendó esta lectura tan hermosa. Gracias Ana.

2 comentarios:

  1. Impresionante. De nada, fue un placer.

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  2. Seguiré su recomendación pero para eso necesito un poco de tu colaboración. Pásamelo para poder terminar la lectura de esta entrada. Ooops.

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