sábado, 12 de junio de 2010

Mi amante.

Te conocí sin darme cuenta, como los hechos que realmente llegan a lo más profundo de nuestro ser. Llegaste tras muchas decepciones e indecisiones y aunque parezca mentira, llegaste para nunca marcharte. Me has dado tantas cosas, tantas alegrias y sufrimientos, tantas tardes de gloria. Has hecho tanto por mí, que no podia hacer menos que dedicarte esta entrada.
Aunque pueda parecer otra cosa, de quien hablo aquí, es de mi Flauta Travesera. Mi intima amiga durante muchos años, solamente 10 años de carrera y otros 10 de estudio y dedicación. Ella mejor que nadie, me conoce, me reta día a día, me hace querer ser mejor y poder demostrar todo lo que juntos sabemos y podemos hacer.
Nuestra relación, es muy especial, ella es mi amante. Me vuelve loco cuando estoy con ella, pues me hace sentir especial y cuando no estoy con ella, la echo de menos, la añoro, la necesito. Es una relación de continua exigencia por parte de los dos, pues yo siempre le pido más y ella solicita de mi mucho más compromiso, mas tiempo con ella, mas horas de compañía. Su belleza me enamora, tanto que cuando pasan los periodos de vacaciones en los que intento olvidarla y volvemos a encontrarnos, hace que sienta dolor y arrepentimiento por haberla dejado tan lejos de mí por un tiempo.

Mi flauta, una Muramatsu modelo heavy de plata, es la última que ha llegado a mi, pero de la que hoy os hablo es de mi primera flauta, una buffet con un pequeño baño de plata modelo básico. Esa flauta que aún conservo y que ahora mi pequeñaja empieza a intentar dominar, es la responsable de todo.
Aún recuerdo cuando mi padre la trajo a casa, que día tan especial. Llegaba por la tarde del conservatorio, con la incertidumbre de como sería, y sobre todo con la intriga de si aquel esfuerzo económico al que sometía a mis padres merecería la pena, aunque sobre todo me preocupaba si yo cumpliría con las espectativas depositadas en mí. Mi padre estaba en el salón, con la flauta, un nuevo instrumento que entraba en casa y que nadie sabia tocar, una nueva compañera que se convertiria en parte importante de la familia y que estaría siempre presente.
Brillaba con una luz especial, descansando sobre una funda de plástico duro recubierta por un tercipelo color burdeos. Realmente cuando recuerdo aquella primera visión, me emociono.
Siempre he escuchado que los músicos con el paso del tiempo llegan a tener buenos instrumentos musicales que les permiten interpretar mucho mejor todo tipo de músicas, pero que realmente al instrumento que aman y por el que sienten un profundo y sincero respeto, es por su primer instrumento, aquel de baja calidad técnica, aquel que le descubrío un mundo sin igual,aquel que le hacía sufrir lo insufrible para poder conseguir una interpretación aceptable, aquel que le metio el veneno en el cuerpo de la perfección a traves de la técnica y el estudio, aquel que le acompañó en sus primeros conciertos, en definitiva aquel que desde el primer momento se convirtío en parte del músico que hoy día es.


3 comentarios:

  1. Como siempre, buscando lo mas dulce de las cosas...

    ResponderEliminar
  2. Si haces la entrada de tus hijos no se te puede criticar pues eres un peazo de PADRE.
    Si haces la entrada de tus padres no se te puede criticar pues eres un peazo de HIJO .
    Y si haces una entrada de tu flauta no se te puede criticar porque eres un peazo de MUSICO.

    PD:las entradas hay que hacerlas para poder ser debatidas.

    ResponderEliminar
  3. Tranquilo querido Diabólico que en breve escribiré una entrada para que me puedas criticar agusto. Un abrazo para el diabólico limpiador de pensamientos impuros y suciedades varias.

    ResponderEliminar