Te conocí hace ya la friolera de 21 años, una persona muy especial para mí, me acerco a tí y me enseño a amarte y a tenerte para siempre conmigo. En aquellas primeras ocasiones, no tenias un paso nuevo como ahora, y tus "viejas maderas" crujían sobre un antiguo carro al que empujabamos mi primo Pablo (costalero de casta al que una aficción desmedida por el mundo de la trabajadera a edad demasiada temprana acabo retirando) y yo, con la ayuda del bueno de mi tío Pepe (el largo), que dominaba el freno, y otros dos chicos que manejaban las lanzas de la dirección. En ese tiempo tu discurrir por Granada era silencioso y desapercibido, aunque al mismo tiempo siempre causaste impresion en todo aquel que te miraba en tu cenaculo. Mientras tanto tu madre de la Victoria empezaba a fraguar la magnífica leyenda de su cuerpo de costaleros que este año cumple su 30 aniversario.Desde aq
uel día, siempre has sido mi compañero, mi amigo y confidente, mi apoyo, mi desahogo y mi consuelo en los momentos más dificiles.Tu siempre estas ahí, cuando te busco, cuando te llamo, cuando te necesito, sin condiciones, sin preguntas ni reproches. Tu sabes decirme sin palabras lo que necesito oir, solo con tu mirada todo esta dicho.
En ocasiones te he abandonado fugazmente, para volver a encontrarte de nuevo, como siempre, cuando llega la cuaresma, encontrando en tí todo aquello que necesito y que en ocasiones olvido.
Hoy, cuando ya queda poco para que pasees de nuevo por tu barrio, por tu ciudad, quiero contarle a todos como poco a poco, año tras año, bajo tus trabajaderas me has enseñado tantas cosas. Allí en la oscuridad del paso, en el silencio del costalero obediente me has enseñado a ir de frente en la vida, a ser amigo de mis amigos y valorarlos como se merecen, a querer a los mios, a apreciar y agradecer la ayuda del compañero, a ser humilde y obendiente, a ser respetuoso y honrado con mi trabajo.
Ahora con el paso del tiempo, uno empieza a entender sentimientos dificiles de explicar y muy hondos que no suelen ser mostrados al exterior, que se quedan unidos a la piel "para todos los siempres", sentimientos que no hay que defender, sino solo disfrutar.
Por todo ello siempre tendré en mi pequeño rincon un lugar para ti, un lugar preferente donde tu ilumines todo con tu mirada.
PD. Entrada dedicada a mi tío Jorge ( Naranjito), gracias por hacerme costalero y cofrade, gracias por enseñarme este mundo y estar siempre ahí para darme el consejo correcto.


